El dolor de cabeza es un problema frecuente que en muchos casos tiene origen psicosomático, y que aparece asociado a estrés, ansiedad y/o depresión. En contra de lo que creen muchos pacientes, es posible controlar los estímulos que anteceden y generan el dolor, así como desarrollar estrategias de afrontamiento que lo reduzcan e incluso lo eliminen.
Entrenamiento en relajación
Las personas que padecen cefaleas crónicas ven limitada su vida social y laboral, lo cual les genera mucho estrés. Pues bien, la relajación es útil no solo para reducir un dolor de cabeza ya iniciado, sin también para paliar las consecuencias del estrés prolongado por sus causas.
Imaginar una escena agradable, respirar profundamente, entrenar en autoinstrucciones o practicar la relajación muscular, son algunos ejemplos de las distintas tipologías de relajación que podemos encontrar en terapia. El psicólogo puede ayudarte a encontrar la más efectiva para ti, pero lo realmente importante es la práctica regular. Cuanto más lo practiques, mejor te saldrá, notarás más el efecto y durará más tiempo.
En cuanto a la alimentación…
Hay alimentos que, por su efecto vasodilatador, favorecen la aparición o acentuación del dolor de cabeza, en especial de tipo migrañoso. Sin olvidar que existen diferencias individuales, a continuación se muestra un listado de alimentos que es aconsejable reducir para mejorar el síntoma.
Alimentos con efecto profiláctico en las cefaleas
- Chocolate
- Quesos fermentados
- Yogur, Cuajada
- Productos fermentados de la leche
- Vinagre y otros productos que lo contengan
- Tomate frito
- Asadura
- Cebollas
- Ahumados
- Embutidos fermentados
- Picantes
- Productos enlatados
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- Habas
- Avellanas tostadas, nueces
- patatas fritas de bolsa
- Crema de cacahuete, Nocilla
- Donuts
- Pizza
- Comidas con gran cantidad de glutamato de sodio (comida china)
- Cítricos
- Plátanos
- Aguacate
- Té, café, bebidas con cola en exceso (más de 4 tazas al día)
- Retirada brusca de dichas bebidas
- Bebidas alcohólicas
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Reestructuración Cognitiva y Entrenamiento en Habilidades Sociales
Estos son los dos aspectos que requieren una participación más activa y presente del psicólogo.
El dolor de cabeza puede presentarse como síntoma en un cuadro de ansiedad (ej. por miedo a hablar en público, por búsqueda laboral infructuosa o por dificultades para decir «no» o resolver conflictos). En este sentido, el entrenamiento en Habilidades Sociales se dirige a mejorar el afrontamiento de situaciones que producen estrés y, por ende, el dolor cefálico asociado.
La reestructuración cognitiva, por su parte, es la herramienta terapéutica que empleamos para aprender a cuestionar las valoraciones que hacemos tanto de aquello que genera ansiedad, como de nuestra capacidad para afrontarlo con éxito. Resulta pues, igualmente crucial en el tratamiento de las cefaleas somáticas ya que las respuestas orgánicas de ansiedad suelen estar mediatizadas por la valoración cognitiva del paciente.
Rocío Jover martínez
Psicóloga
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