¿Te has definido alguna vez como pesimista u optimista? ¿Por qué?
La Definición
El optimista cree firmemente en «el final feliz», en que todo saldrá bien a pesar de los inconvenientes que surjan por el camino. El pesimista sin embargo no lo cree posible y a menudo se define como realista. Seguro que en más de una ocasión habéis dicho vosotros mismos o habéis escuchado eso de «si pienso en negativo luego no me dececpcionaré«
Lo cierto es que te definas de una u otra forma, las circunstancias son las que son, pero, la cuestión es que somos nosotros quienes las cambian según como nos enfrentamos a ellas. Y este caso, no es distinto.
¿Cómo influyen el optimismo y el pesimismo en nuestras vidas?
Basándonos precisamente en nuestras experiencias anteriores lo que hacemos es generar una expectativa de como terminará un problema o situación similar, es decir, nos adelantamos a lo que va a ocurrir. Y al hacerlo determinamos nuestro ánimo para actuar y nuestro comportamiento.
Así se puede explicar que el optimista lo siga siendo. Cuando crees firmemente en que algo es posible luchas con uñas y dientes por ello. Tienes en cuenta y estudias todo tipo de soluciones y cuando una no funciona, pruebas otra y otra y otra, y cuantas sean necesarias hasta acercarte lo más posible hacia la meta deseada. En resumen, interpretas los obstáculos como retos a superar.
Igualmente ocurre con el pesimista. Se adelanta al resultado negativo, a la decepción, y por tanto su persistencia es menor. No es extraño entonces que encuentre menos soluciones al problema y rápidamente abandone la esperanza de encontrar la adecuada.
Ahora te pregunto ¿consideras que ante los problemas indagas sobre todas las soluciones posibles o te limitas a unas pocas que se te ocurren al principio?
Si te interesa el tema, echa un vistazo a este vídeo:
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