El SII es una dolencia crónica que afecta significativamente al bienestar de las personas que lo padecen. Se trata de un síndrome que se manifiesta, frecuentemente, a través de malestar gastrointestinal, dolor, diarrea y/o gases.
Este suele ser motivo de consulta en psicología precisamente porque el estrés influye significativamente en la aparición de dichos síntomas. Pero antes de avanzar respecto al estrés, detengámonos en información clave para entender este diagnóstico.
En términos generales, se han encontrado 3 factores relevantes en la etiología del Síndrome de intestino irritable:
- El tipo de alimentación
- El estrés
- Factores biológicos
Al tratar con personas diagnosticadas de este problema, encuentro mucha confusión en torno a lo dicho. ¿Alguien te ha explicado qué es el Instestino Irritable? y sorprendentemente la respuesta casi siempre es NO.
Parece que a los afectados se les insiste mucho en el control de los puntos 1 y 2; pero no tanto se les habla del punto 3. En la práctica, esto se traduce en que quienes lo sufren piensan que si son estrictos con la dieta y se mantienen aislados del estrés se curaran. ERROR! Cuando hacen estos cambios y, evidentemente, los síntomas siguen apareciendo en mayor o menor medida, empiezan a desarrollar ideas irracionales («¿Se habrá equivocado el médico?» «¿por qué no me curo?» «será esto cáncer?»)
El punto 3 es clave. Los factores biológicos que puedan afectar a este síndrome, a pesar de haber sido muy estudiados, NO son lo suficientemente conocidos como para que se hayan encontrado tratamientos farmacológicos eficaces para su remisión. Se ha encontrado que cuidar la alimentación y saber gestionar el estrés DISMINUYE y alivia la aparición del malestar, pero no lo hace desaparecer.
Es común que cuidando la dieta, haya mejoría, pero aun así la persona no está exenta de tener episodios críticos; del mismo modo que no siempre que beba alcohol o se zampe una hamburguesa, va a padecer dolores y diarrea. ¿Ayuda la alimentación? Por supuesto! pero no es el único factor causal.
Del mismo modo, llevar unos hábitos incompatibles con el estrés, reducirá con mucho las probabilidades de desarreglos gastrointestinales, pero tampoco es garantía de que el relax total equivale a ausencia de síntomas. Aun con todo el control que se sea capaz de ejercer, es muy probable que existan episodios de malestar en cualquier momento de la biografía del paciente.
Con este panorama, en consulta nos encontramos que el trabajo terapéutico ante personas con Síndrome de Intestino Irritable es el siguiente:
- Información sobre bases biológicas del estrés y su vinculación con el SII
- Estrategias para la gestión de focos de estrés cotidiano
- Educación sobre el diagnóstico de SII y aceptación del mismo
- Gestión de ideas irracionales o hipocondriacas
¿Te ocurre o conoces a alguien con este problema?
ROCIO JOVER MARTINEZ
PSICÓLOGA CV 11179
669 516 962 · psicologa@rociojover.com