Las terapias de pareja, entre otras cosas, no funcionan cuando…
- la situación ha llegado a un extremo en el que hay falta de respeto mutua
- cuando una o ambas partes acuden buscando reafirmarse en su razón e infravalorar la del otro
- cuando se pretende coartar la libertad de decisión del otro, utilizando el chantaje emocional
- cuando no se practica la escucha activa
- cuando no hay empatía
- cuando no existe admiración mutua
- cuando no existe autocrítica
- cuando se busca que el psicólogo se posicione
- cuando no hay confianza
- cuando se pretende recuperar la confianza imponiendo control...
Hace tiempo que quería publicar un post como este. Creo que es importante recordar que los psicólogos somos especialistas en la ciencia del comportamiento. Esto implica que nuestros estudios, nos dan la posibilidad de sugerir pautas sobre las conductas más apropiadas para:
- recuperar una comunicación eficaz
- recuperar tiempos de ocio y respiro de calidad
- recuperar la intimidad
- resolver problemas sexuales
- resolver crisis fruto del desgaste temporal o el estancamiento
- tomar decisiones, incluso aunque sean dolorosas
- entre otras necesidades
…pero no somos magos ni charlatanes. No podemos inculcar ni imponer motivaciones o respeto que ya no existen. No podemos cubrir la ausencia de honestidad de una o ambas partes. No podemos luchar contra la resistencia a la autocrítica, ni nuestra opinión personal soluciona felizmente debates de pareja.
Ya está bien de falsos mitos. Porque cuando una terapia de pareja no acaba bien, a muchos (e incluyo profesionales sanitarios) se les llena la boca con que la psicología no funciona; y pocos son los que hacen crítica del estado en que llegan a consulta y de su implicación real en la puesta en marcha de indicaciones.
Afortunadamente para mí, la gran mayoría de experiencias vividas en consulta en este sentido, han sido muy positivas. Y no sólo de parejas que han recuperado su relación, sino de otras que con el proceso han tomado la decisión de separarse, y lo han hecho de forma cordial, desde el diálogo y habiéndose ayudado mutuamente a entender al otro, sin rencores.
Creo que no hay nada más valiente que, en pareja o individualmente, sentarse delante de un desconocido a desgranar y ordenar problemas personales; y ser capaz de esforzarse por instaurar cambios por difíciles que resulten de encajar en las rutinas establecidas.
¿Tienes experiencia o conoces a alguien que haya asistido a terapia de pareja?
ROCIO JOVER MARTINEZ
PSICÓLOGA CV 11179
669 516 962 · psicologa@rociojover.com