Taller para Cuidadores de Pacientes Dependientes (II). La comunicación.

Como ya os contaba en diciembre a través de Twitter, finalmente se adelantó la fecha del segundo taller de psicología para el grupo de pacientes del Centro de Salud la Florida (Alicante). 


Fue el día 20 de diciembre, así que los cuidadores nos dieron la excusa perfecta para comenzar con los dulces navideños -personalmente me pareció una despedida laboral excelente antes de iniciar las vacaciones- 😉 Aprovecho desde aquí para agradecerles mucho su entusiasmo!!

Pero bueno, antes de eso, teníamos trabajo por delante. Para esta segunda sesión les propuse tratar el tema de «La Comunicación«. Lo cierto, es que tuvo muy buena acogida y a través de los juegos que preparé y la exposición de casos individuales resultó un taller muy ameno.



Estas son, a modo muy resumido, algunas conclusiones útiles que extraímos para mejorar la comunicación con el paciente y el resto de la familia; y que también pueden ser útiles para cualquier otro ámbito social:
  1. La misma moneda puede tener dos caras (…o infinitas). Es decir, ante la misma información, diferentes personas podemos elaborar interpretaciones completamente diferentes. Esto sucede, por ejemplo, porque cada cual tenemos unas experiencias previas que pueden ser similares o no a la actual y que en gran parte determinan nuestras actitudes, creencias e interpretaciones de futuro.
  2. La información no es solo contenido oral. La comunicación no verbal (gestualidad, tono de voz, postura corporal…) influye en la forma en la que interpretamos el contenido de la información recibida
  3. Que tú creas que el mensaje que quieres transmitir está claro, no significa que el receptor lo tenga tan claro como tú. Tu estilo de comunicación influye en la potencialidad de que se produzcan malinterpretaciones y conflictos. (Puedes repasar los estilos de comunicación haciendo click aquí)
  4. Cuando otra persona te cuente algo, intenta hacer un resumen de la información recibida y preguntarle explícitamente si lo estás entendiendo bien. Esto favorece que la otra persona se sienta escuchada y evita que la conversación se desvíe del asunto principal. Por ejemplo: «entonces lo que quieres decir es que + resumen de la información recibida»
  5. Saber poner límites a las personas queridas, no es lo mismo que quererlas menos o ser «borde». Existe un  miedo generalizado a discutir o decir no a personas más mayores, personas que pasan por un mal momento o personas con alguna enfermedad crónica o paliativa. Es importante dejar de creer que esto es lo más adecuado, pues a la larga, como en el caso de los cuidadores, produce malestar, ansiedad y deteriora mucho la convivencia. Recuerda que, un paciente paliativo por ejemplo, es una persona con un problema de salud crónico pero que, salvo excepciones, conserva su personalidad y capacidad de diálogo y comprensión.
  6. Nunca es tarde para aprender a comunicarse de forma efectiva. Las discusiones son inevitables y es probable que cada día tengamos una nueva oportunidad de ponernos a prueba y entrenar nuevas habilidades para disminuir la intensidad de los conflictos.
Hasta aquí por hoy ¡Os deseo un excelente día!


Rocío Jover martínez
Psicóloga
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